En el marco de la agricultura urbana y el desarrollo sostenible, en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), se desarrolló el pasado 20 de noviembre el seminario Agricultura Urbana y Energía. El objetivo era analizar las sinergias entre flujos partiendo de las experiencias de la empresa EBF (Bensheim, Germany) y del proyecto Fertilecity, ambos socios también del proyecto Interreg NW Groof.
David Volk (EBF) se centró en presentar cómo las pequeñas unidades de invernaderos pueden mejorar la seguridad alimentaria de una comunidad en ciclos económicos a pequeña escala y cómo estas unidades se pueden utilizar como herramientas educativas. Para Volk que los alimentos son energía. Presentó sus trabajos en torno a la producción intensiva a través de invernaderos en distintas ciudades, en especial las desarrolladas a partir del invernadero tipo chino. Dentro de su trabajo destaca las características positivas de este tipo de estructuras, donde es posible mencionar, la capacidad de construir en diferentes escalas, la estabilidad térmica, la alta tasa de transmisión de luz, y la posibilidad de incluso de utilizar paneles solares. Además, mostró diferentes experiencias exitosas a nivel mundial de este tipo de invernaderos, al igual que sus posibles beneficios para la generación de comunidad.
La segunda presentación fue realizada por el investigador MSc Joan Muñoz (UPC) del proyecto Fertilecity (Invernaderos integrados en azoteas: simbiosis de energía, agua y emisiones de CO2 con el edificio – Hacia la seguridad alimentaria urbana en una economía circular. CTM2016-75772-C3-1-R, AI/UE-Feder), el cual habló del análisis energético de los invernaderos integrados en cubierta (i-RTG).Dentro de su presentación destacan los flujos de energía, al interior del edificio, donde el invernadero ubicado en el ICTA-UAB, aprovecha todos estos recursos, y mejora las condiciones internas, a nivel de temperatura. Parte importante de la presentación fue la explicación de las alternativas para mejorar las dinámicas internar del edificio, y como la bioclimática es una alternativa, la cual puede representar hasta un 36% de ahorro de energía.